lunes, 26 de septiembre de 2011

MY GENERATION

Un recuerdo de los días en Sikkim. Antes del terremoto, claro.

Sangre, sanguijuelas y rock and roll.

SIKKIM

miércoles, 7 de septiembre de 2011

CONCLUSIONES


DÍA 5 DE SEPTIEMBRE 

Bueno, una vez en casa y con el curso 2011-2012 oficialmente comenzado, se podría pensar que, con el paso los días, uno irá obteniendo la perspectiva adecuada para poder sacar conclusiones, maduradas en frío, sobre la experiencia vivida. La verdad es que todavía hay demasiadas cosas que me laten aquí dentro, no sabría decir si he conseguido esa perspectiva o no, pero, en todo caso, también tengo la impresión de que si no concluyo ahora, que tengo tiempo, no lo haré más adelante, con lo cual, allá vamos.

CONCLUSIÓN 1: UN VIAJE DISTINTO

Me preguntan –una de esas preguntas imposibles de contestar- cuál de mis dos viajes a la India me ha gustado más. Se trata de dos vivencias muy distintas.

La estimulante sorpresa del descubrimiento la viví el año pasado, sin embargo, este año, especialmente la primera semana, fue muy frecuente la sensación de “deja-vu”. En cuanto a la duración, el mes justito de este año se me ha quedado realmente corto. Me ha sabido a poco.

Viajar solo es más intenso y más auténtico, pero poder compartirlo con alguien puede ser una suerte. Fifty fifty. Elijan ustedes. Eso sí, eviten los dinosaurios; dos o tres personas (y solo si son muy compatibles) es el número, viajar con más gente es una odisea que no merece la pena.       

En cuanto al rol de voluntario, el trabajo –bien organizado- con los niños, con respecto a trabajar con enfermos en una institución chapucera como la de la madre Teresa, le da a la experiencia una dimensión emocional mágica que la llena de vida. Por esa parte, por lo tanto, mil veces mejor.

CONCLUSIÓN 2: OBJETIVOS VS. RESULTADOS

En un par de semanas es muy difícil conseguir objetivos claros, sobre todo si tienen que ver con “lo educativo”. Creo que se han conseguido aquellos relacionados con los médicos –visitas masivas a dentista, oculista y dermatólogo- y sin embargo han sido de cumplimiento mucho más dudoso los objetivos de nuestras pequeñas campañas –antipiojos y de higiene dental-, que requieren un trabajo y un seguimiento mucho más continuados. Una charla con las massis y una pequeña exposición ante un grupo de niños en horario escolar junto con una jornada matinal de guerrilla antipiojos (sin la garantía de que se va a lavar toda la ropa, incluida ropa de cama) no parece un arsenal suficiente como para garantizar resultados, aunque la actitud y las intenciones sean excelentes.

Nos queda también la satisfacción del objetivo “suministro”, es decir, de haber podido dejar allí mucho dinero y una verdadera montonera de libros, ropa, material escolar, cepillos de dientes y lociones antipiojos que, a buen seguro, serán bien empleados.

En cuanto a las dos semanas de actividades con los niños, está claro que no da tiempo a conseguir grandes objetivos, de hecho, estoy seguro al 100% de que son ellos los que realmente nos aportan cosas positivas a nosotros. Queda, pues, el recuerdo de una convivencia maravillosa.

Dejo una cuestión en el aire (y la pregunta ya incluye mi respuesta):

¿Realmente es necesario ese despliegue de dinero, trabajo y tiempo para preparar un festival final que tampoco le aporta gran cosa al proyecto?

CONCLUSIÓN 3: BALANCE ECONÓMICO

Como contaba en el inicio del blog, nos llevamos unos 4000 euros de Salamanca y alrededores. VUESTROS. De ese dinero, 1500 euros se los entregamos a Maite y se emplearon –junto con el dinero que venía de Madrid- en pagar médicos, incluida la operación de desprendimiento de retina de nuestro pequeño Prakash. Maite ya nos ha confirmado, por cierto, que la operación ha sido un éxito. También se pagaron gastos del festival, como el montaje del escenario.

El último día, el de las caras largas y las despedidas, Chus, Pilar, Malena y yo (Moni y Marian ya se habían ido) pudimos reunirnos con el Brother, que había estado fuera casi toda la jornada, para explicarle de dónde veníamos, de dónde había salido el dinero que traíamos, para contarle que estábamos orgullosos de haber podido participar en su proyecto y entregarle los 2500 euros –y pico- restantes.

CONCLUSIÓN 4: NALANDA (alé, alé)

Todo el viaje gira en torno al proyecto del Brother Xavier: la escuela hogar Nalanda, en Kobardanga, a las afueras de Calcuta. Es fantástico poder comprobar in situ cómo es el proyecto, cómo es el día a día, cómo viven y están atendidos los niños. Comida, alojamiento, educación y convivencia. El privilegio de participar, en primera persona, en un proyecto bonito y admirable que funciona como una máquina bien engrasada y que no deja de crecer.

El Brother Xavier, creador y fundador de este microuniverso, es una persona de enorme presencia. Alto, oscuro, inteligente, magnético, silencioso, imponente. Carisma en estado puro. Una estatua sobre cuyos hombros descansa toda esta estructura.

El reto en el que se encuentra actualmente esta tremenda aventura es la salida que se le puede dar a los chicos/as que se van haciendo mayores (de edad). Proyectos de empleo, becas para la universidad, formación profesional. Seguiremos informando, especialmente porque estamos en trámites para convertirnos en una nueva ONG llamada Amigos de Calcuta, una organización cuyo objetivo será apoyar este proyecto del Brother Xavier.

CONCLUSIÓN 5 (FINAL): VIVENCIA

Todo se resume en el hecho de que no quiero estar aquí, en el mundo occidental. La vivencia ha sido intensa y muy emocional, así que una parte de mí que se ha quedado en Calcuta, junto a los chicos. En cuanto a la convivencia con el grupo de voluntarios, las buenas vibraciones que iba sintiendo a lo largo de la preparación se han confirmado y también ha sido fantástica.

Solo queda intentar construir una rutina –facilitadora, balsámica- que haga más digerible el hecho de que me siento como una pieza que no encaja en el puzzle. Que hagan soportables los meses que me quedan para volver.