miércoles, 13 de agosto de 2014

Miércoles 13. HIDRATAR


Me despierto demasiado pronto pero me encuentro bien, así que lo damos por bueno. Ya el hecho de no andar a la carrera y poder quedarme en la cama sin más, merece la pena.

Por cierto, esta mañana he encontrado una falta de ortografía en mi blog. Solo me ha faltado gritar. Ver una falta en algo que he escrito es como ver salir una rata de mi cuarto de baño (a alguna ya le ha pasado aquí). En fin, parece que he estado jodidamente enfermo estos últimos días…

A las nueve me voy “au bon pain” a desayunar. Ya está bien del Blue, de Sudder y toda esa historia. El “au bon pain” es un chiringuito bien montado, en plan loft, decorado con gusto y con una enorme cristalera que da al cruce entre Park Street y Mirza Ghalib. Además tienen las sillas “Barcelona” que le gustan a Pilar (que, por cierto, ya está comiendo de nuevo y empieza a parecer una persona). El desayuno incluye croissant y cinnamon roll. Me busco una mesa con vistas y disfruto del momento. Luego van llegando Inés, Óscar, Isa, Pilar, Silvia…

A las diez, Inés y yo nos vamos a buscar a nuestro grupo de demolición (Javi, Irene y David) para irnos a rascar paredes. El calor empieza a parecer una maldición bíblica. Nos hacemos nuestro recorrido habitual. Metro. Rick. Paseo hasta la casa de los niños mayores. Llego empapado. Me hago retrato con cabrito.
 
 
Me hago retrato con Irene y Javi, juventud, divino tesoro.


Nos lanzamos al asalto. Trabajo sucio (de 11 a 13 h). Rasca y gana. Ya prácticamente está todo terminado, apenas queda una especie de hall a la entrada. Y no paro de sudar en ningún momento. Rasca y suda. Y después de una pared va otra pared. Bebo agua. Y sigo sudando sin parar y rasco hasta que mi cuerpo dice basta. Alto y claro. Así que dejo la espátula y me voy a la ducha.
 
 
 
Salvado por la campana. La cabeza me da vueltas. Me acabo la botella. Me tumbo en una cama, bajo un ventilador. Y volvemos al cole. El calor es tan insoportable que parece una broma. Creo que estoy deshidratado. Llego al cole más muerto que vivo. Me bebo dos latas de coca cola, así, una detrás de otra. Pilar C. me pone una de sus caras de guasa en plan a lo mejor va a ser que traes un poco de sed… Me bebo dos vasos de agua. Como un poco de arroz. Me preparo un litro de suero y me bebo la mitad. Javi también se bebe su litro de suero. No estamos locos, sabemos lo que queremos… jaja. Y la energía va volviendo. Menos mal.

Todo está en el calor, cada día lo tengo más claro. El calor nos agota, nos baja las defensas, nos deshidrata y nos vuelve más vulnerables. Así que, moraleja para años venideros: no esperes a tener diarrea para beber suero. Es lo que realmente repone tus fuerzas cuando estás molido.

El ensayo con las nenas  pequeñas mola. Ya empiezan a tener en la cabeza que la cosa va en serio y que van a tener que cantar delante de mucha gente, así que poco a poco se van poniendo las pilas. Son graciosísimas. A mitad del ensayo empieza a diluviar. Ya tenía ganas, ya. Durante unos cuantos minutos cae el monzonazo, el de verdad. Ese chaparrón que suena como aplausos lejanos. Y yo con el paraguas “desaparecido”.

En nuestra sesión de taller de hoy (después de esperar como un cuarto de hora a que aparezca la llave de la sala de material) hay que fabricar marcos para fotos con cartulinas de colores, pinturas, pegatinas de goma eva… Nuestras niñas trabajan como hormiguitas, al igual que todos los días. No dan nada de guerra y trabajan despacito, de manera esmerada. Más ricas ellas…

Después de la reunión, tenemos el ensayo con los mayores. También se van poniendo las pilas (sobre todo los chicos) porque saben que solo les queda un ensayo más antes del concierto. Pulimos y pulimos cositas.

Al igual que ayer, estoy cansado pero es el cansancio natural de llevar todo el día sudando y dando tralla. Las tres emes volvemos en un rickshaw suicida que va adelantando como si se le estuviera quemando la comida o algo así. A Maite se la ve especialmente fundida, pero bueno está hecha de esa pasta. De esa exactamente. Moni y yo tenemos que preparar el programa para el concierto del viernes (Independence Day), así que las acompaño a Sudder (uf), me tomo un plato de pasta (ñam) y nos hacemos el trabajito en la tercera planta del Sunflower.

Y como se ha hecho tan jodidamente tarde, tengo que escribir una crónica como bastante resumidita, con lo cual se me habrán olvidado mil cosas que habría querido contar pero así es la vida.

(Eso sí, con banda sonora de Metallica, para que la cosa vaya ligera…).

1 comentario:

  1. Hola niño , que bonitas las fotos , la del cabritillo me gusta mucho y las fotos delas niñas con los paraguas preciosas
    He leido algo tuyo a . Amelia y
    Josu y dicen que que bien escribes que lo tenias que publicar en algun sitio . Un beso de parte de todos

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