domingo, 21 de agosto de 2011

DOLOR


DÍA 17 DE AGOSTO

Hoy no me quedo dormido. A eso de las seis y algo abro los ojos. Pereza. Me duele la mano izquierda. Está hinchada. La herida se ha infectado. A la mierda. Me doy un par de vueltas. Sueño ligero de unos pocos minutos y arriba.

Desayuno de batalla en el blue, metro, rick, paseo. Llegamos al hogar y me dirijo a la enfermería. Me encuentro allí a mi Rajan, está tirado con fiebre. Les pido a mis massis que me curen la mano. Me abren y limpian la herida con cuidado. Le ponen betadine y un poco de venda para sujetar. Qué majas son. Listo para la jornada. Hoy batimos un record: nos metemos en la ambulancia cinco adultos (Mik, Maite, Isa, Massi y conductor) con 17 niños. Ole tus huevos. Bienvenidos a la gran sudada independiente de tu casa.

Reconozco que estos momentos me fascinan. Los niños cuando duermen son como los gatos, se van acoplando unos encima de otros. Una cabeza encima de una pierna, otra encima de una espalda, una mano aquí, otra allá. Tetris humano con los ojos cerrados. Cada vez que uno se mueve, los demás se reacomodan sin despertarse. Al rato tengo un niño sentado en mi pierna izquierda que duerme apoyado en mi hombro. En el otro hombro se me queda dormida una niña. La niña que está sentada encima de esta niña se duerme en mi pierna libre y a su vez en su espalda duerme otra. En fin, una cosa así. Es para verlo. Para mi sorpresa, hoy tampoco hay vómitos.

La verdad es que para ir con esa cantidad de niños, la cosa en el hospital se agiliza bastante, llaman a unos aquí, a otros allá, otros están en el baño, nos reímos, se me cuelgan de los brazos, bailamos un poco... A eso de las doce y media ya hemos terminado y los 17 siguen siendo 17, que es importante.  En el vestíbulo los niños se quedan boquiabiertos con los ascensores. Compramos helados y cogemos tres taxis. Yo viajo con seis niños. Tengo una niña al lado que se pasa todo el camino diciendo hola a la gente por la ventanilla. Me parto de la risa. Me duele la mano.

Durante la comida el cielo va pasando del gris claro al gris oscuro en un pis pas. Para cuando salimos ya tira a negro. Toca salir por patas y meternos en el aula. Se pone a llover, como casi todos los días. Hoy teníamos que empezar a perfilar la actuación para el día del festival. Aparecen tres porque el resto de nuevo están en una competición de baloncesto. Me quito la venda. La mano no tiene buena pinta. Dedicamos la sesión a las manualidades: hacemos un juego con botellas de plástico, lanas y tapones y con los globos volvemos a preparar bolas para malabares, esta vez llenas de agua. Alguno de los chicos aprovecha para hacer alguna pulsera más. Los muchachos siguen siendo fantásticos, a sus 13-14 años están a lo suyo sin distraerse y sin dar guerra. También me recuerdan mucho a nuestros queridos adolescentes españoles.

En la hora del ensayo, Moni y yo seguimos avanzando a buen paso. Hoy hemos conseguido que estén tranquilos y bastante concentrados. Ya empezamos a ensayar con vistas a la actuación y eso les está poniendo las pilas. Vamos puliendo detalles. El microuniverso que hemos creado empieza a girar según nuestras propias leyes.

Caminamos de vuelta. Ese fantástico paseo. Me duele la mano. No puedo cerrarla, así que la dejo abierta. Llego al hotel a las ocho de la tarde con la intención de ducharme y salir pitando, pero caigo rendido en la cama y me quedo chinotronco. Me despierto media hora después. Malena me ha traído un pastel. Gracias. Me ducho y salgo pitando, finalmente.

Reunión. Mañana por la mañana me toca descanso. Ole. Aprovecharé para ir a Sikkim House e ir haciendo los papeles de los permisos. Ensayamos un poco con Moni porque los voluntarios vamos a cantar una canción en el festival. La cosa suena bien, estos muchachos aprenden rápido.

Me acerco a Raj’s a colgar la entrada del día, pero hay un problema con la página y no consigo hacerlo. Volveré a probar mañana. Por cierto, ya se pueden enviar comentarios sin tener que estar registrado en nada, era una cuestión de la configuración que tenía el blog por defecto, pero ya lo he cambiado.
Cena rápida en el bengalí y vuelta al hotel. Hablo un rato con Moni y Marian. Hablo un rato con Pilar, Malena y Chus. Entre Chus y yo volvemos a limpiar la herida y echarle betadine. Me pongo a escribir. Se me hace tarde. Ya es rutina.

2 comentarios:

  1. Miki cuidadate esa herida y procura que esté tapada si no se cura necesitas antibiòtico . Por aquí todo bien , a Salamanca iremos el fin de semana a dar una vuelta . Un beso

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  2. Niño te lo sigo mandando con la cuenta de Sil por que de otra manera no puedo chao chao

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