viernes, 26 de agosto de 2011

SIKKIM (segunda parte)


DÍA 25 DE AGOSTO  

Nos levantamos pronto. De verdad demasiado pronto. El plan sigue siendo desayunar y encontrarnos con el muchacho a las ocho. Ole. Nos vamos, pues, a desayunar a las siete de la mañana para así estar listos a tiempo. El muchacho no anda por ahí. Hay algo de niebla. Muy bien, todos los bares están cerrados a esa hora. Hacemos cagar. Mientras hacemos tiempo, me hago otros dos viajes a la calle del hotel a ver si encuentro a mi taxista. Ni rastro. Coño.

Desayunamos –con vistas- en el Bakers. Me mola. Activamos el plan B. A las nueve de la mañana nos echamos a la calle a buscar al azar a otro taxista con el que negociar. Chus dice que es una chorrada porque vamos a encontrarnos con el chico. Nos encontramos con el chico (¡¡!!). Coño, muchacho, a ti te estaba buscando, pero no nos pongamos melosos y tal. Todo perfect. Nos metemos en la furgonetilla-taxi y salimos.

Visitamos y visitamos a través de carreteras que a veces acaban convertidas en caminos que harían vomitar a las cabras. Monasterios, templos, monumentos, cascadas… El Tibet y el budismo están por todas partes. Malena se fija en los monasterios budistas llenos de niños adoctrinados y llega a la lógica conclusión de que todas las religiones son la misma mierda con distinto nombre. Sip. Vuestros dioses son cosa vuestra, no seré yo quien se arrodille ante ellos. El día va abriendo y abriendo, la luz es bonita. Disfrutamos del regalo.











Para cuando acabamos, a eso de las cuatro de la tarde, estamos muertos. Hace calor. No como el de Calcuta, pero bueno. Nos damos cuenta de que llevamos una rueda casi deshinchada. Ole nuestros huevos. La herida del dedo de Malena se abre de par en par y comienza a sangrar. Un hombrito sale corriendo y vuelve con un puñadito de tela de araña para ponérsela en la herida. Malena pone los ojos como platos y dice que nanay, jaja, que ella no se pone esa cochinada.

Negociamos con el conductor y su jefe la excursión de mañana. 2.500 rupias. Muy cara. Pero sobre la marcha, el chico recibe el mensaje de que van a cerrar las carreteras porque para mañana se esperan lluvias jodidas. Lo más seguro es que el plan se cancele. El plan B es una ruta para ver las monstruosas estatuas de Padmasambhava (en Samdruptse) y de Siva (en Solophuk). Más cara aún, 2.800 rupias. Mierda. Y lloviendo. Después de mucho darle vueltas, quedamos mañana a las nueve de la mañana para decidir si hay plan A, plan B o plan cero. Lo que sea. Empieza ya a llover.

Bajamos a cambiar dinero y se pone a diluviar. Ag. Vuelta al hotel. Descanso y un poco de escritura. A eso de las ocho y media nos vamos al Tangerine a cenar. Bajamos los cinco pisos y degustamos una rica cena con música de los ochenta (¿?) como fondo musical. Chus pide un plato de verdura gratinada, pero en lugar de eso le traen una verdura con salsa que pica bastante. Está que trina. Nos da por reír. Malena acierta con sus patatas con salsa de cebolla. Exquisitas. Yo pido un plato de queso con salsa de tomate un poco picante pero muy rico. Además, pedimos arroz, pakoras de queso y pan relleno. Ñam. Nos cuesta unas 700 rupias. Afuera sigue diluviando. Hora de descansar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario