martes, 30 de agosto de 2011

REGRESO (sin historia)

DÍA 29 DE AGOSTO

Nos levantamos a las seis menos veinte. Recogemos. No hay muchas ganas de hablar, así que me encierro en mi mutismo. En mi laberinto. El taxi nos espera. Llegamos pronto al aeropuerto. Pasamos controles, escanean nuestras mochilas y nos cachean. En la sala de espera están poniendo el partido de fútbol entre el madrid y el zaragoza. Bof. Embarcamos prontito y el avión sale a su hora. Bingo.

En Delhi, entre el tiempo que tarda el avión en parar y poner la escalerilla para salir y el tiempo que tardamos en pasar el control de pasaportes, llegamos y nos metemos directamente en el avión que nos llevará a Milán.

Hay un menú de cine bastante interesante, así que aprovecho las más de ocho horas de viaje, aparte de para escribir un poco, para ver tres pelis (en inglés): Una peli patética (Sucker punch de Zack Snyder), una peli floja (Thor de Kenneth Branagh) y una bastante interesante (Super 8 de J.J. Abrams).

En Milán esperamos un rato, conseguimos las tarjetas de embarque que no nos dieron en Calcuta y salimos también a la hora.

Llegamos a Madrid a eso de las diez de la noche. Demasiado tarde –por poco- para coger un autobús. Decidimos alquilar un coche, un cómodo y nuevecito Seat Altea xl, conducimos, luchando contra el sueño, entre Chus y yo. Llegamos, sanos y salvos, a eso de la una y pico de la madrugada. Me siento tan vacío como fundido de cansancio. Me siento extraño en mi propia casa. Me dejo caer por el tobogán del sueño.

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